Esta ejecución se implementó en el municipio de Beijing, China. El objetivo era crear awareness sobre una problemática "ridícula" a decir de las propias autoridades ya que la gente roba las tapas de las alcantarillas, un importante foco de accidentes. Para hacernos una idea, durante 2006 se registraron 47 muertes y más de 10 mil heridos en todo el país.
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