viernes, 8 de junio de 2007
ISIDRE ESTEVE
A veces uno vive ensimismado con sus problemas del día a día, con la mierda del trabajo, los problemas cotidianos y todas esas cosas que te van minando la moral. Tanto que un día te levantas y piensas: “Menuda mierda de vida llevo. Creo que estoy a punto de mandarlo todo a paseo…“. Pero siempre hay alguien que te espabila a base de valor y entereza. Uno de ellos es Isidre Esteve que, después de verse en una silla de ruedas por un accidente de moto, sale a la palestra y, en medio de un montón de periodistas dispuestos a reflejar el desánimo que se le supondría, suelta frases como:
“La vida no se acaba. Solo es diferente” (…) “igual no puedo hacer lo mismo que hacía, pero sí otras cosas” (…)Tengo muchísima suerte; mi cabeza está bien, también mis brazos. Me he dado cuenta de que puedo hacer de todo. El mundo no se ha acabado; mi vida simplemente es diferente, se trata de cuando vaya por la calle, la gente me mire un poco más abajo”. [+]
Lástima que no pueda estar de acuerdo con lo último. A usted, sr. Esteve, nunca podremos mirarle desde arriba porque es demasiado grande para que lo podamos hacerlo.
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